En 1814 el obispo Verdugo propuso al rey a cinco
canarios para ocupar sedes episcopales en España o América.
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Pedro González-Sosa
Ahora, en estos días, en que han
salido a la luz varios artículos sobre si hubo pocos o muchos canarios
ocupando sedes episcopales en España y en el mundo, no estaría de mas que
abundáramos en el tema dando a conocer la propuesta que hizo al rey en
1814 el obispo don Manuel Verdugo para que algunos sacerdotes canarios
fueran elevados a dicho rango eclesiástico y ocuparan la sede en alguna
diócesis.
Por una Real Cédula dada en Madrid
el 11 de julio de 1814 el monarca pidió al prelado canariense una lista
con los nombres de algunos sacerdotes canarios que estuvieran capacitados
para ocupar el cargo. Pedía el monarca una relación "de personas
beneméritas y dignas de ese Obispado para ser promovidas a las Prelacías,
Dignidades, Prebendas y demás beneficios Eclesiásticos". Se exigían
sacerdotes en edad y con costumbres, estudios y grados que tuvieran el
aprovechamiento necesario para acceder a sedes episcopales. Y en
cumplimiento de aquella petición don Manuel Verdugo verificó una relación,
remitiendo un escrito fechado en Agosto del mismo año, aclarando que
remitía las noticias que había podido averiguar "por practico conocimiento
pero sin poder por ahora tomarlas mas circunstanciales en razón de la
distancia a que se hallan muchas de estas personas que nombraré, pues ya
se sabe que esta Provincia de Canaria está dividida en siete islas,
separadas notablemente entre sí y cuya escrupulosa averiguación sería un
obstáculo para la reserva que V. M. me indica y desea".
Como posibles candidatos para ser
elevados al rango de obispo, Verdugo envió la siguiente relación, cuyas
biografías hemos intentado resumir :
Andrés Arbelo y Brito,
natural de Teguise, de 55 años, que estudió en el seminario canario y
paso luego a la Universidad de Granada donde siguió leyes y Cánones.
Fue opositor d la canongía de Doctoral de la catedral de Málaga y
aunque no la logró en aquella capital sí la obtuvo en la catedral de
Canarias donde fue Doctoral durante 16 años, hasta que fue promovido a
mestrescuela y Vicario General.
Antonio María de Lugo,
natural de La Orotava, de 53 años. Doctor en Sagrada Teología por la
Universidad de Valencia siendo nombrado Juez de Cruzada de la Diócesis
de Canarias.
Vicente Ramírez,
natural de Agüimes, de 55 años, Doctor en Teología por la Universidad
de Almagro. Opositó a un curato de la Real Casa de Campo que obtuvo y
ejerció algunos años. También fue opositor a las canonjías de San
Isidro. Fue Racionero de la catedral de Canarias, secretario Capitular
y Rector del Seminario. En 1814 era canónigo.
Graciliano Afonso,
natural de La Orotava, de 38 años, Estudió Leyes y Cánones en la Real
Universidad de Alcalá de Henares y fue canónigo Doctoral de la
catedral de Las Palmas.
Pedro Bencomo,
natural de La Laguna, de 67 años. Fue párroco de la iglesia de los
Remedios de La Laguna durante mas de 40 años y, según Verdugo "siempre
mereció la estimación de todos los prelados".
Verdugo concluía su informe a
lo solicitado desde Madrid con las siguientes palabras: "Estos son,
Señor, los eclesiásticos que por ahora tengo presentes como mas
acreedores en esta Diócesis a la Real Piedad de V. M. para Prelacías y
las Prebendas en que van nombrados, cuya relación evacuo en
conciencia, obedeciendo a la expresada Real Orden de V. M. cuya
católica Persona guarde Dios muchos años para bien y felicidad de la
Iglesia y del Estado. 9 de agosto de 1814".
Curiosamente, ninguno de los
propuestos por Verdugo llegó a ser consagrado obispo, según la
relación de los que sí lo fueron en toda la historia y que nos ofreció
el trabajo del sacerdote e historiador eclesiástico Julio Sánchez
Rodríguez publicado en "La Provincia" el 6 de este mes de noviembre,
datos que, según el mismo explica, serán ampliados en una próxima obra
sobre el tema de inminente publicación.
Pero además de las propuestas
antes señaladas para posibles nombramientos episcopales, el rey también
pidió a Verdugo nombres para ocupar canonjías en algunas de las catedrales
de España o de América y el prelado propuso a Pedro Gordillo Ramos, de
Guía; Domingo Albertos (natural de Sevilla pero afincado en esta
Diócesis); Antonio Cabrera, de Teguise; Juan José Perera González, de La
Laguna; Enrique Hernández Rosado, de la Orotava; Antonio García Abreu,
igualmente de La Orotava; Antonio Porlier, de La Gomera; Domingo de la
Cueva Zaldivar, de Lanzarote y José Antúnez, de Tacoronte.
Ya hemos dicho en otra ocasión que
Gordillo fue finalmente designado canónigo de la catedral de La Habana en
1815, a la que no quiso ir en principio, pero obligado a hacerlo llegó a
aquella capital cubana a finales de 1816, donde fue primero Maestrescuela
y finalmente hasta su muerte Arcediano.
Estos datos sobre la lista de
Verdugo proponiendo a curas canarios para obispos los hallé en el Archivo
Diocesano de Canarias, en Las Palmas, con ocasión de la biografía ya
publicada del canónigo guiense y paisano Gordillo y Ramos.