domingo, 20 de julio de 2008 | |||
Guía devolvió a Gáldar su visita a la Romería de Las Marías de 2007 En la fotografía superior (INFONORTEDIGITAL.COM) puede verse, entre otros, a Fernando Bañolas (Alcalde) y a los Mayordomos de la Romería de Las Marías Luis Miguel Arencibia y Agusto Álamo, verdaderos artífices, junto al resto de Mayordomos, de que nuestra fiesta votiva por excelencia mantenga su autenticidad cuando estamos cerca de cumplir los 200 años. ![]() Antonio Aguiar. Juan Manuel Santiago, Javier Estévez y Agusto Álamo INFORMACIÓN OFRECIDA POR INFONORTE De todos los pagos de Gáldar llegaron vecinos, con sus carretas engalanadas, portando los frutos de la tierra con las que ofrendar al patrón Santiago. En la Bajada de Las Guayaminas la marea multitudinaria de Romeros y Romeras, esperaba ansiosa la partida de la comitiva, aprovechando la espera para ultimar los flecos decorativos, o encender el brasero que ya no pararía de echar el humo oloroso hasta la madrugada. Sobre las cinco de la tarde, la romería se puso en marcha, con el sonar de timples y guitarras acompañando la alegría festiva del pueblo de Gáldar. En la puerta del templo matriz, la imagen del Santo Patrón, esperaba a la comitiva romera para recibir la ofrenda anual de plátanos, cebollas y frutas, salida de la fértil tierra galdense. Tras cumplir con el saludo a Santiago, los romeros buscaron el hueco por las calles del casco vestidas de fiesta, para desplegar el tenderete y compartir con familia y amigos, esas horas de alegría y disfrute que aparcan las penas y tristezas hasta el nuevo día. Y llegó la noche de fiesta romera, con Gáldar entera en las calles. Bajo la luz de la luna, se escuchaba inconfundible la voz del pueblo que muestra a raudales su alegría. El casco de Gáldar se transformó en un gigantesco ventorrillo con parrandas por doquier, con cómplices miradas que invitaban a la amistad y quizás al coqueteo amoroso de las noches de fiesta. Corrieron el ron y el vino, para acompañar los bien surtidos platos de queso de los Altos, chuletas, sardinas y mojo picon, dando fuerza a la larga y sentida noche romera. Y llegó el alba dominguero, y con él, el tiempo merecido de descanso para los cuerpos que aún estaban empapados de fiesta. Romeros y Romeras hicieron el camino de regreso a casa, llevándose impregnado en el alma, el gusto del sábado de Romería. Quedan los recuerdos de una noche en la que el pueblo disfrutó de su fiesta y bien que se lo merecía. ![]() Raimundo: un galdense que vive en Guía ARCHIVO
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Modificado el ( martes, 29 de julio de 2008 ) |