sábado, 19 de julio de 2014 | |
Los amigos heredados (A Juan Padrón, in memoriam) ![]() Santiago Gil Juan Padrón era un amigo. Lo conozco desde que yo era niño y él ya andaba por encima de los treinta años; pero las edades dejan de ser importantes cuando se mantiene a salvo la ilusión, la mirada y la curiosidad de cuando uno fue niño. Juan siempre protegió ese patrimonio. ![]() Siempre hacÃa preguntas. Era un curioso impenitente y un amante de todo lo que tuviera que ver con la agricultura. No sé a quién se le ocurrió enviarlo de joven a estudiar Medicina a Madrid. Estuvo unos años en la capital aprendiendo mundologÃa y también esa distancia necesaria para luego saber ver lo cercano con otros ojos. A él lo que realmente le gustaba era todo lo que pudiera dar la tierra del norte de Gran Canaria. Fue siempre el compañero de mi padre jugando al dominó, y ayer los amigos del Archivo estaban un poco apesadumbrados, aunque tras el entierro se fueron a jugar la partida de rigor y supongo que a echarse algún whisky a su salud. ![]() Las buenas personas son las únicas que tienen ocasos como esos que cada dos por tres enrojecen la silueta del Teide. Quedará ese recuerdo luminoso para siempre, su verbo pausado como el de esos hedonistas que no desaprovechan ni un segundo porque saben que aquÃ, si no disfrutas y te sorprendes con todo lo que te rodea, acabas envejeciendo prematuramente. A la buena gente también le acompaña una sombra que acaba quedándose en cada uno de los espacios en los que uno les recuerda. Juan Padrón seguirá transitando las calles de GuÃa. Es imposible que no lo veas. NOTA.- Juan Padrón nos dejó el 17 de julio de 2014. Descanse en paz. |
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Modificado el ( sábado, 19 de julio de 2014 ) |